Devocional:
Tus ojos miren lo recto, Proverbios 4:25a
Que preciosa oportunidad nos da nuevamente nuestro Dios, para que juntos podamos aprender más de Su Palabra. Pidiendo la dirección y la guía del Espíritu Santo, para que sea nuestro Maestro, podemos acercarnos a la Palabra de Dios para que Él nos hable y nos anime a seguir fieles en Su camino.
Hoy comenzamos con la primera parte del verso 25, “Tus ojos miren lo recto”, inmediatamente entendemos la petición que se nos hace, que nuestra mirada debe estar en lo recto, la definición que podemos encontrar de la palabra “recto” es: que no se inclina ni a un lado ni a otro, también es un adjetivo calificativo como justo, severo e intachable en su conducta. Ser recto es vivir debidamente y buscar la justicia. Podemos concluir que nuestra mirada debe estar en lo que es justo, bueno, edificante y que sea de bien para nuestra vida.
A continuación, veremos algunos versos que nos hablan en relación a ver: Eclesiastés 1:8 “Nunca se sacia el ojo de ver”; Job 31:1 “Hice pacto con mis ojos ¿Cómo pues había yo de mirar a una virgen?”; Job 31:7 “Si mi corazón se fue tras mis ojos.” Debemos estar alertas en lo que vemos ya que nuestros ojos nunca se sacian de ver, que pueda comprometerme a ver cosas que no me provoquen caer en pecado y, por último, que pueda controlar lo que veo para no ser motivado a hacer lo incorrecto.
Aún más, en el Nuevo Testamento se nos hace una advertencia más fuerte. Mateo 5:27-29, con respecto a que el ver puede provocar el desear, y el deseo es contando ya como si hubiésemos hecho el pecado.
El ver puede ser la antesala al pecado, recordemos el diálogo de la serpiente con Eva, en Génesis 3:1-11, en el verso 6 se menciona “Vio la mujer que el árbol era bueno para comer, que era agradable a los ojos, árbol codiciable, y tomó de su fruto y comió y dio a su marido.”
Aplicación:
Estemos alertas con lo que miramos, porque puede atraernos y motivarnos a cometer pecado.
Oración:
Padre, que tu Espíritu me guie a ver lo recto, amén.
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