Devocional: Salmo 34:1
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca. Salmo 34:1
Gracias a Dios por permitirnos comenzar otra semana más de vida. Con la ayuda de Dios y la dirección del Espíritu Santo, meditaremos en este precioso Salmo. Es nuestra oración que sea de bendición y edificación para cada uno de nosotros.
El autor de este Salmo es el Rey David quien nos introduce al Salmo describiendo lo que él está haciendo “Bendeciré.” Esto significa una acción de alabar, ensalzar, engrandecer, reconocer la grandeza y poder de Dios; el significado literal del verbo en el original del verbo es “Hablar bien de alguien o de algo” en este caso, de Dios.
Este Salmo, comienza de los versos 1 al 4 hablando en la primera persona del singular: “Yo” Nosotros podríamos hacernos la pregunta ¿Qué debo hacer yo en estos versos? Según el verso, debo bendecir el Nombre de Dios en todo tiempo. En los buenos y en los malos tiempos. Cuando leía este verso recordaba lo que dice Santiago 1:2 al 4:
Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1:2-4
La segunda parte del verso dice “Su alabanza estará de continuo en mi boca.” A lo cual me hice una pregunta ¿Cómo estoy usando mi boca? En el mismo Libro de Santiago, encontramos la advertencia de lo que tenemos que hacer.
Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. Santiago 3:9-10
Aplicación
Debo bendecir el Nombre de Dios siempre, no importando las circunstancias por las que esté pasando.
Oración
Padre nuestro que estás en los cielos, que siempre pueda bendecir Tu Nombre y que de mi boca salgan palabras de edificación para mis hermanos, amén.
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