Devocional
El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza. Proverbios 10:5
Iniciamos la última semana de julio de este año. Volvemos al Libro de Proverbios 10. Podemos iniciar diciendo que, la gran bendición que tenemos, como hijos de Dios; es saber que, nuestro Señor Jesucristo prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Con esa confianza recordemos, que no estamos solos, y disfrutemos la semana que tenemos por delante.
En el verso que meditaremos hoy, se presentan dos tipos de personas: el hombre entendido, o el joven sabio, o el hombre precavido. De las tres palabras, veremos el significado de “precavido” es aquella persona que actúa con precaución o cautela, que piensa y prepara con anticipación las cosas que hará o las que necesitará. Sinónimos pueden ser: prudente y previsor.
Este hombre entendido, joven sabio, precavido, recoge, cosecha y guarda comida en el verano para tener cuando venga el invierno.
Como hijos de Dios, somos llamados a confiar plenamente en Dios, pero también se nos motiva a ser precavidos, sabios, entendidos en nuestra vida diaria.
Por el contrario, está el hombre que, en el tiempo de cosecha se duerme y no hace lo que tiene que hacer, desperdiciando su tiempo y no prevé para su futuro, por lo cual pasará necesidad. Como dicen las diferentes versiones “este es un hijo que avergüenza”.
Cuando dejamos de hacer algo que tenemos que hacer y no lo hacemos, tenemos que enfrentar las consecuencias a nuestro descuido.
Aplicación
Que podamos confiar plenamente en Dios y ser precavidos en nuestras cosas.
Oración
Padre, gracias porque tú nos das tu sabiduría y dirección para ser precavidos en nuestra vida, amén.
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