Día martes 14 de diciembre del año 2021

Devocional:

Porque Jehová al que ama castiga,

como el padre al hijo a quien quiere. Proverbios 3:12

En el verso que meditamos ayer, podría surgir la pregunta ¿Por qué Dios nos castiga? Y el verso que veremos hoy nos presenta la respuesta.

La primera parte del verso nos dice: Porque Jehová al que ama castiga.

En 1 Juan 4, podemos encontrar bastantes enseñanzas sobre Dios y el amor, por ejemplo: 1 Juan 4:9-10, nos dice que “Dios mostró Su amor enviando a Su Hijo Jesucristo en propiciación por nuestros pecados.” Luego, en 1 Juan 4:16, se nos menciona claramente que “Dios es amor.”

Nosotros somos objeto de Su amor porque somos Sus hijos, y Él se ha comprometido a ser un Padre responsable, castigando y disciplinando para corregirnos y así ayudarnos a cumplir con el propósito que Él tiene para con nosotros.

La segunda parte del verso nos presenta otra razón muy importante que no debemos pasar por alto, Dios es nuestro Padre, Juan 1:12 nos recuerda “a todos los que le recibieron, a los que creen en Su Nombre, les dio potestad, el derecho, de ser llamados hijos de Dios.”

Nuestra relación con Dios pasó de ser una criatura, a ser un hijo de Dios y como un Padre responsable, tiene que actuar en amor y disciplinarnos.

Un pasaje muy importante sobre la disciplina de Dios para Sus hijos lo encontramos en Hebreos 12:5-11, donde veremos algunas enseñanzas

Hebreos 5:6 Nos recuerda la exhortación que se nos dirige como hijos.

Hebreos 5:7-8 El ser objeto de Su disciplina, es porque somos Sus hijos y no bastardos.

Hebreos 5:9 Hace la comparación que los padres terrenales nos disciplinaban y los venerábamos ¿Por qué no obedecer a Dios como Padre?

Hebreos 5:10 Pero Dios nos disciplina para provecho nuestro, para que participemos de Su santidad.

Hebreos 5:11 Su disciplina produce fruto apacible de justicia a los que por ellos han sido ejercitados.

Aplicación: Como hijos de Dios, disfrutamos de un Padre que cumple con su responsabilidad de corregirnos porque nos ama.

Oración: Padre, gracias por tu amor y corrección en nuestra vida (Job 5:17), amén.