Devocional:
Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. Proverbios 4:24
En los versos anteriores hemos estado viendo varias cosas, que se nos piden como hijos y que cada una de estas tienen que ver con las partes de nuestro cuerpo. Vimos que, nuestro oído debe estar atento a la Palabra de Dios, que nuestros ojos no se aparten de la Palabra, que la Palabra es vida y medicina a nuestro cuerpo, que guardemos nuestro corazón y en este verso veremos que menciona la boca y los labios.
La primera parte del verso nos pide que, apartemos la perversidad de la boca, la palabra “apartar” tiene como significado: alejar, dejar a un lado, hacer una separación. Luego, la palabra “perversidad” significa: maldad, toda acción perversa, malvada e inmoral.
Con las definiciones podamos ver claramente que debemos apartar de nuestra boca todo aquello que es perverso e inmoral.
En la segunda parte de nuestro verso se nos pide alejar la iniquidad de nuestros labios. La palabra “iniquidad” significa: injusticia o gran maldad en el modo de obrar. También podemos aplicar que debemos alejar de nuestros labios todo lo que es injusto y malo.
Desde el Antiguo Testamento se nos hace un llamado a cuidar todo aquello que sale de nuestra boca. Encontramos en Éxodo 20:7 “No tomarás el Nombre de Jehová tu Dios en vano.” En Éxodo 20:16 dice “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.” Y en el Nuevo Testamento, Pablo nos pide en Efesios 4:29-32 lo siguiente: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca.” La palabra corrompida significa: corrupto, podrido, descompuesto, pútrido.
Pero en estos versos Pablo nos hace el llamado a que “La palabra que salga de nuestra boca sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
Aún el Señor Jesús nos mencionó en Mateo 12:36 “Que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, darán cuenta en el día del juicio.” En la Nueva Traducción Viviente, la palabra que se utiliza en lugar de ociosa es “Inútil”.
Aplicación:
Que con la ayuda de Dios podamos alejar de nuestra boca toda perversidad e iniquidad, y que nuestras palabras puedan ser buenas, para edificación de los demás.
Oración:
Padre, ayúdame a cuidar todo aquello que sale de mi boca, amén.
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