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Un Minuto con la Palabra

Foto del escritorIglesia Luz y Verdad, Montreal

Confiemos que en Dios no seremos avergonzados



Día jueves 27 de abril del año 2023

Devocional:

Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados.

Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias. Salmo 34:5 y 6

El verso 5 nos menciona que “los que miraron a Él fueron alumbrados,” en momentos de oscuridad, cuando pensamos que no hay salida nuestra mirada en Dios puede darnos la luz que necesitamos para salir hacia adelante. La Palabra de Dios dice en el Salmo 119:105 “Lámpara es a mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino.”

Nosotros, que creemos en Jesucristo, sabemos que Él mencionó en Juan 8:12 que Él es la luz del mundo, y si le seguimos, no andaremos en tinieblas. La segunda parte del verso 5

“y sus rostros no fueron avergonzados” nuestra tarea como hijos de Dios es confiar y seguir viviendo para nuestro Dios, con la seguridad que Él no nos dejará ser avergonzados (Salmo 25:1-3; Salmo 119:6; Isaías 50:7; Romanos 9:33; 1 Juan 2:28).

Y al igual que el apóstol Pablo podamos decir: “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” 2 Timoteo 1:12

Luego, en el verso 6 el salmista dice “este pobre clamó a Jehová,” cuando leía este verso me acordé de las bienaventuranzas, donde menciona la palabra “pobre”. Posiblemente el primer concepto que tenemos de una persona pobre es la que carece de bienes materiales; pero Mateo 5:3 dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”

En la versión Recobro del Nuevo Testamento, en la nota 2 sobre Mateo 5:3 dice: “Ser pobre en espíritu no solo significa ser humilde, sino desprendido en el espíritu, en lo más profundo del ser sin aferrarse a las cosas viejas.”

Después aparece la palabra “clamó” (clamar), que tiene el significado de una voz lastimosa que refleja aflicción, congoja, angustia, es un término que procede del Latín y que se refiere al grito o la expresión que se pronuncia con vehemencia y vigor. Podríamos decir que no es una simple oración.

El salmista termina el verso 6 diciendo: “clamé y Él me oyó y me libró de todas mis angustias.”

Aplicación:

Confiemos que en Dios no seremos avergonzados, sino que seremos alumbrados y que podemos clamar porque Él nos oirá y nos librará de todas nuestras angustias.

Oración:

Padre amado dejo en tus manos todas mis angustias y por favor oye mi clamor y líbrame de cada una de ellas.

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