Devocional
Por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia. Por mí dominan los príncipes, y todos los gobernadores juzgan la tierra. Proverbios 8:15-16
En Proverbios 8:15-16 encontramos la utilidad de la sabiduría y la inteligencia para aquellas personas que están en el poder. La Nueva Traducción Viviente dice “Gracias a mí reinan los reyes y los gobernantes dictan decretos justos. Los mandatarios gobiernan con mi ayuda y los nobles emiten juicios justos.” Y la Traducción de Lenguaje Actual dice “Yo hago que actúen con justicia reyes, príncipes y gobernantes.”
Como lo hemos estado viendo en los versos anteriores, la sabiduría y la inteligencia han alzado su voz, para que la gente las pueda usar, y con mayor razón las personas que están en el poder debiesen atender a su llamado; reyes, gobernantes, mandatarios y príncipes.
Lamentablemente, también muchos de ellos no hacen uso de la sabiduría y la inteligencia, y no logran gobernar de la forma adecuada, ya que según los versos que hemos leído, los gobernantes que usan la sabiduría y la inteligencia dictarán decretos justos, juicios justos y actuarán con justicia.
Como lo menciona el verso de Proverbios 8:13, que estudiamos el día lunes, en la Nueva Traducción Viviente menciona que “Todos los que temerán al Señor odiarán la corrupción.” En los días que vivimos, esta es una palabra que domina a la mayoría de los gobernantes.
Por eso el apóstol Pablo nos exhorta en 1 Timoteo 2:1-3 a que “hagamos oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres.” En el verso dos nos presenta por quiénes debemos orar: reyes, por todos los que están en eminencia. Aún Pablo nos presenta el propósito por el cual debemos orar por ellos: “para que vivamos quieta y reposadamente.” El verso tres concluye diciendo “porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador.”
Aplicación
Que como hijos de Dios podamos obedecer a la exhortación que Pablo nos hace en 1 Timoteo 2:1-3.
Oración
Padre, que el Espíritu Santo nos ayude a obedecer tu Palabra, y que oremos por los que están en eminencia. Amén.