Día lunes 22 de mayo del año 2023
Devocional: Salmo 34:22
Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en él confían. Salmo 34:22
La enseñanza de este verso nos presenta una declaración llena de convicción y seguridad “Jehová redime el alma de sus siervos” la palabra que estudiaremos brevemente será “redime” (redimir, librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una situación penosa. También significa conseguir la libertad de una persona sacándola de la esclavitud mediante el pago de un precio) Sinónimos: rescatar, librar, liberar y libertar.
La Biblia afirma que Jesús nos redimió por su sangre derramada en la cruz del Calvario. Veremos algunos versos que nos hablan de la palabra redimir o sus sinónimos.
Isaías 50:2 Se nos menciona que la mano de Dios no se ha acortado para redimir.
Efesios 1:7 En Jesucristo tenemos redención.
Marcos 10:45 Jesucristo dio su vida en rescate.
Tito 2:14 La obra de Cristo nos redime de toda iniquidad.
1 Pedro 1:18-19 Somos redimidos por la sangre de Cristo.
Jesús nos ha libertado, nos ha redimido por Su sangre, a Él sea la honra y la gloria hoy y siempre.
La segunda parte del verso también nos presenta una declaración que viene a reafirmar nuestra posición en Cristo “y no serán condenados cuantos en Él confían.”
La palabra “condenación” acción de condenar, en algunas religiones se habla de condenación eterna, situación que espera a los pecadores. Las palabras griegas que se utilizan en el Nuevo Testamento Krima y Krisis siempre están ligadas al acto de discernir cuando se hace un juicio, diciendo que el veredicto es negativo o adverso para el acusado. Lo cual significa una pena.
Romanos 5:1 hace la declaración que “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo.”
Aplicación:
Que bendición saber que la Palabra de Dios respalda totalmente que Jesús pagó el precio de nuestra redención a través de Su sangre y nos hizo libres. Que en Él no tenemos condenación.
Oración:
Amado Dios que pueda ser mi vida agradecida por la redención que tú me has proporcionado, amén. Padre muchas gracias por todo lo que nos has enseñado en el Salmo 34, amén.