Devocional:
13 No oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído! Proverbios 5:13
En este verso podemos encontrar, aun el lamento de la persona que cae en la trampa de la mujer extraña.
El verso dice: “No oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído.
Casi podemos escuchar el lamento que el hijo hace, y menciona en plural “de los que instruían, de los que me enseñaban.”
Muchos de nosotros tenemos el privilegio de tener personas interesadas genuinamente en nuestras vidas, y se ven motivadas a instruirnos y a enseñarnos con el propósito de ayudarnos para la vida, presente y futura, con la intención de que evitemos caer en muchos tropiezos.
La Palabra de Dios está llena de enseñanza e instrucción para que cada uno de nosotros podamos salir adelante en nuestra vida.
En 1 Corintios 10:6 y 11, el apóstol Pablo dice que lo que está escrito en la Palabra de Dios es para amonestarnos, y que no cometamos los mismos errores de los antiguos. En 2 Timoteo 4:2, Pablo motiva a Timoteo a que predique la Palabra y le dice que inste a tiempo y fuera de tiempo. Por último, en Santiago 2:22 se nos motiva a ser hacedores de Su Palabra y no a ser oidores olvidadizos.
Aplicación:
Que, con la ayuda de Dios, aprovechemos la instrucción y enseñanza que nos proporcionan otros hermanos para mejorar nuestra vida y evitar los tropiezos.
Oración:
Padre, que pueda aprovechar la enseñanza que recibo de los demás, amén.
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