Devocional:
Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. Proverbios 4:20
Con acción de gracias y con la confianza en nuestro Dios, empezamos esta semana. Nuestra petición delante de Dios es que nos dé la fortaleza física y espiritual para llevar a cabo nuestras actividades con bendición.
En la primera parte del verso, el escritor le está hablando a su hijo. La expresión que utiliza es “hijo mío” y lo primero que podemos mencionar es que, como hijos de Dios, (Juan 1:12), Él anhela hablarnos siempre, Él desea tener una buena comunicación con nosotros, por lo cual en esta primera parte nos pide estar atentos a sus palabras.
La palabra “atentos” se define como aquellas personas que ponen atención en lo que hacen o en lo que escuchan, aplicación voluntaria de la actividad mental o de los sentidos a un determinado estímulo.
Luego, la segunda parte del verso, nos pide inclinar nuestro oído a sus razones. La Nueva Traducción Viviente dice en esta parte “Escucha atentamente mis palabras”.
Podemos recordar lo que dice Romanos 10:17 “Así que, la fe es por el oír, y el oír por la Palabra de Dios.”
Aplicación:
En este año que acabamos de empezar, podamos estar atentos a la Palabra de Dios y que podamos inclinar nuestro oído a lo que Él nos dice, para poder crecer en nuestra fe.
Oración:
Padre que, con tu ayuda, pueda oír y estar atento a tu Palabra, amén.
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