Día miércoles 11 de enero del año 2023
Devocional
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” 2 Corintios 1:3-4
Ayer meditábamos la palabra “animar”, aprendimos que, como hijos de Dios y con Su ayuda, somos llamados a dar ánimo a los demás. El día de hoy veremos otra palabra que debe ser llevada a la acción a nuestra vida, esta palabra es “consolación”.
Consolación significa: acción de consolar, y la palabra “consolar” significa: aliviar la pena o el disgusto de una persona, ayudar a otra persona mediante caricias, buenas palabras, que disminuya su pena o disgusto, tratando de confrontar y calmar.
En la lectura de hoy, el apóstol Pablo bendice el Nombre de Dios, reconociendo que es Padre de misericordias y aún añade que es Padre de toda consolación.
Luego, en el verso 4, nos dice el apóstol que Dios nos consuela en todas nuestras tribulaciones, o sea que, Pablo reconoce que Dios tiene todo poder para consolarnos en cualquier tribulación; pero aún Pablo añade algo extraordinario, esto tiene un propósito para que podamos, y esto está en plural, o sea que tú y yo podamos consolar a los que están pasando cualquier tribulación. Pero esto lo vamos a llevar a cabo porque nosotros ya hemos sido consolados por Él.
Debemos tener la convicción de que nuestro Dios puede darnos consuelo en todas nuestras tribulaciones y que Él podrá manifestarse en cada una de ellas dándonos la salida y el consuelo que necesitamos.
Aplicación
La consolación que Dios nos ha dado, tiene el propósito para que podamos consolar a los demás.
Oración
Padre, gracias porque tu consuelo me da la fuerza para consolar a los demás, amén.